Hoy recuerdo tu cuerpo bronceado,
en medio de sabanas de raso
veo tu cara coronada por la almohada,
entre el fuego de la pasión,
desatada por tu corazón.
Finalmente habías llegado al momento
que intuías impenetrable en el largo camino
donde encontrarías estrellas en la memoria
en el largo camino de una pasión ardorosa
traspasando lentamente ese momento de amor.
Era la noche, oscura con todo su esplendor
en las tentativas con todo el calor
pronunciabas esa palabra con todo tu fervor
en el momento exacto de ese instante de amor
Desatado en tu interior.