Todas mis noches reciben el fuego
que quema lentamente lo que éramos ayer
como la hoguera llena de unas manos
que tratan de apagar lo que no es.
Todas las noches se llenan de recuerdos
como tratando de retardar el momento de tu llegada,
inconfundible lleno de recuerdos que el amor
que llevo impreso en mi corazón.
Todas las noches me acercan tus besos y tus labios,
aunque lejos están, cerca en mi recuerdo,
en mis lágrimas enamoradas, supe por un instante,
que nuestro amor tiene la fuerza de un gigante.
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